lunes, 11 de mayo de 2009

HOY

Dicen qe a cierta edad las mujeres nos hacemos invisibles, qe nuestro protagonismo en la escena de la vida declina y qe nos volvemos inexistentes para un mundo en el qe solo cabe el impetu de los años jovenes. Yo no se si me habre vuelto invisible para el mundo, es muy probable, pero nunca fui tan conciente de mi existencia como ahora; nunca me senti tan protagonista de mi vida y nunca disfrute tanto de cada momento de ella. Descubri que no soy una princesa de cuentos de hadas, descubri al ser humano qe sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas. Descubri qe puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de eqivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demas. Y, a pesar de ello, qererme. Cuando me miro al espejo ya no busco a la qe fui en el pasado, sonrio a la qe soy hoy, me alegro del camino andado y asumo mis contradicciones. Siento qe debo saludar a la joven qe fui, pero con cariño para dejarla "a un lado" porqe ahora me estorba. Su mundo de ilusiones y fantasia ya no me interesa. Qe bien no sentir ese desasociego permanente qe produce correr tras los sueños. La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan dificil, qe cuando uno comienza a aprender, ya hay qe morirse. El ser humano tarda mucho en madurar, verdad? Tener-Retener. Las realidades mas grandes y mas bellas tanto mas las tendras cuanto menos las poseas y retengas.

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