Es muy copado tener 17 años y trabajar. Es más copado todavía que el trabajo tenga pocas "contras" y demasiados "pro". Mi trabajo es el sueño de muchas (no voy a especificar por las dudas, pero créanme que a más de una le encantaría). Son pocas horas y tengo todo el día libre. El trato es bastante bueno (no excelente, pero sí bueno). La  (mayoría) de las personas que frecuentan el lugar, son muy buena onda. En fin, una pendeja de 17 años no podría pedir más para un primer trabajo.
Pero desde que empecé a trabajar (hace poco más de un mes) que no duermo bien, que mi cabeza vuela las 24 hs del día, que cada sonido de mi celular hace que se me pare el corazón, que cada mail que recibo de facebook me roba el aliento, entre otras cosas. Tengo un malestar difícil de controlar. Hace poco más de un mes que conocí al amor de mi vida y futuro padre de mis hijos, hace poco más de un mes que creo en el amor a primera vista, hace poco más de un mes que descubrí que también me gustan los rubios de ojos claros y que no solo los morochos se roban mi atención, hace poco más de un mes que me olvidé de todos los hombres habidos y por haber en mi vida. 
Hace poco más de un mes ÉL atravesó la puerta de mi "oficina" (por decirle de alguna forma) y todo lo demás no es nada. Y, lamentablemente, no puedo hacer o intentar hacer algo hasta que no deje de trabajar, no estaría bien visto o, en todo caso, debería esconderme y soy muy mala, terrible, para hacer esas cosas.
En fin, lo peor que te puede pasar. Pero es que es tan lindo.